Desde ALCER Almería son muchos los servicios que se prestan, para mejorar la calidad de vida del enfermo renal y su familia, pudiendo agruparlas en tres áreas de actuación: social, laboral y psicológica. Con este apartado pretendemos que conozcáis las diferentes funciones que se realizan en cada una de ellas y para comenzar préstamos nuestra atención en la importancia de la asistencia psicológica dentro del área de desarrollo personal.
Nuestro colectivo, es muy especial, presenta características psicológicas específicas, aunque depende de la propia personalidad del afectado, de la etapa de enfermedad y el tratamiento, por lo general el resentimiento emocional, apatía y/o estado depresivos o ansiosos, suele estar presentes en ellos.
Por mi experiencia con los afectados y sus familiares, puedo resumir en dos los factores que obstaculizan la aceptación de la enfermedad: el miedo y la negación.
El miedo es un sentimiento natural, que previene de amenazas y nos permite protegernos, esta alarma física la consideramos adaptativa, el problema es mantenerla en el tiempo, generando una situación estresante y no adaptativa. El miedo nos limita y paraliza, centrando lo negativo como principal foco de atención y no permitiendo afrontar las situaciones, evitando nuevas posibilidades.
Los principales miedos que presentan nuestros usuarios, son el miedo a la pérdida: de la propia vida, de una vida normalizada, del trabajo, a la vida en pareja, de amistades, realización de actividades lúdicas, etc…
El proceso de aceptación de la enfermedad es largo y difícil, dependiendo del individuo y de los apoyos que tenga (familia, pareja, trabajo, amigos, etc…), pero por lo general el desconocimiento de la enfermedad y la incertidumbre, retrasan la reacciones positivas del individuo, deteniendo las actuaciones efectivas y manteniendo conductas negativas que obstaculizan su adaptación a la nueva situación.
La negación a la enfermedad, únicamente retrasa el re-diseño de su nueva vida, que puede estar llena de posibilidades y alternativas, pero la demora las pone en riesgo. En ocasiones es tal la resistencia mostrada, que se generan bucles de actividad negativa, interrumpiendo y limitando la vida del individuo y su entorno.
Todos necesitamos mantener una higiene mental, cuidando nuestras emociones, sentimientos y pensamientos, necesitamos estructurar nuestras conductas y percepciones del entorno, de forma coherente y organizada, ya que la interpretación que hagamos de las situaciones y las interacciones con las personas, dependen de ellas. Del mismo modo que préstamos atención a nuestra higiene física o dental. ¿Por qué esperamos hasta que son evidentes las dificultades, para acudir al Psicólogo?. Las dificultades y/o problemas afrontados en etapas tempranas, son más rápidos de solucionar y nos ayudan a prevenir males mayores.
Debemos de entender que todos, en momentos determinados necesitamos una ayuda externa, que nos oriente y ayude a encontrar posibilidades y/o alternativas, que por la cercanía con el problema nosotros no vemos.
Autora:
Elena Ruíz: «la infelicidad es resultado de tus fantasmas»